La ONU identifica el mal uso de la IA y el deshielo del permafrost como riesgos que podrían acelerar la crisis climática
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) pidió en un nuevo informe acciones políticas y la integración de numerosas voces para evitar una “policrisis” global, con problemas como la crisis climática, la pérdida de la naturaleza y la biodiversidad, y la contaminación.
“A medida que se intensifica el impacto de las múltiples crisis, es el momento de adelantarnos a los acontecimientos y protegernos de los nuevos retos que emergen”, afirmó en el documento “Navegando nuevos horizontes” la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, una institución con sede en Nairobi.
“El rápido ritmo de cambio, la incertidumbre y los avances tecnológicos que estamos observando, con un telón de fondo de turbulencias geopolíticas, significa que cualquier país puede verse desviado de su curso con mayor facilidad y frecuencia”, añadió.
Así, los expertos del PNUMA usaron un nuevo sistema de previsión de tendencias que encontró que, en este nuevo contexto mundial, la velocidad de los cambios es “sorprendente”.
El documento resaltó algunos riesgos “que ponen en peligro la prosperidad a largo plazo, la mitigación de la pobreza y el medio ambiente“, como el mal uso y la militarización de tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) o el deshielo del permafrost, una capa de subsuelo de la corteza terrestre congelada de manera permanente, que libera virus de épocas prehistóricas que pueden ser muy perjudiciales.
Ese último fenómeno, de hecho, ya ha provocado en Siberia un brote de ántrax, una enfermedad generada por una bacteria en animales y que puede transmitirse al ser humano por contacto directo o indirecto.
Además, el informe señaló que los centros de datos que hacen funcionar la IA y contribuyen a la transformación digital, necesitan tierras raras, minerales y grandes cantidades de agua para su construcción y mantenimiento.
“El uso de la IA en sistemas de armamento y aplicaciones militares, así como el desarrollo de la biología sintética, requieren una cuidadosa revisión desde el punto de vista medioambiental”, advirtió el PNUMA en el informe.
Otra de las cuestiones que destaca el organismo de la ONU es el aumento y la evolución de la violencia y conflictos armados, que “provocan la degradación de los ecosistemas, lo que repercute en las poblaciones vulnerables”.
“La buena noticia es que, igual que el impacto de las crisis múltiples se agrava cuando están vinculadas, lo mismo ocurre con las soluciones”, explicó el PNUMA.
“La clave para un futuro mejor es centrarse en la equidad intergeneracional y en un nuevo contrato social que refuerce los valores compartidos que nos unen en lugar de dividirnos”, añadió.