Cubanos llevan más de un mes sin electricidad tras paso de huracán “Ian”

Myldrey, cubana de 33 años, no tiene electricidad en su casa desde que el huracán Ian golpeó la provincia occidental de Pinar del Río con vientos de 200 kilómetros por hora, hace más de 40 días.

Ella y su amiga se quejan de la situación con EFE a las afueras del municipio de San Juan y Martínez, que junto con la vecina localidad de San Luis, aún no alcanza el 75 % de suministro, según cifras oficiales con corte del 10 de noviembre.

Compramos la comida del día, porque si lo haces para dos o tres días se te echa a perder. Tenemos que ir hasta Pinar del Río (unos 22 kilómetros) y conseguirla ‘por la izquierda’ en la MLC (tiendas en divisas) porque en la bodega (tiendas del Estado con producto subsidiados) no hay”, cuenta la amiga de Myldrey, de 44 años.

 

La expresión “por la izquierda” en Cuba quiere decir conseguir algo en el mercado informal que escasea o es casi imposible de conseguir por las vías oficiales.

 

Ellas, por ejemplo, pagan para que se les entregue una tarjeta magnética con divisas, según la tarifa del mercado cambiario informal, y así hacerse de una despensa en las tiendas MLC, generalmente mejor surtidas que las de moneda nacional.

 

¿Y qué hacer con la comida cuando las cocinas son eléctricas? “Compramos petróleo o carbón”, o “cortamos mata y hacemos con leña”, se lamentan mientras que unos trabajadores de la estatal Unión Eléctrica intentan reponer un poste caído a unos metros de ahí.

 

Ian dejó a gran parte del país sin electricidad durante una semana y desde entonces el servicio se ha ido restableciendo con cuentagotas en la provincia. Actualmente se encuentra en el 96 %, según informó el jueves Cubadebate.

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